DESIERTOS


¿Qué es un desierto?


El desierto es un área de tierra extremadamente seca y con escasas precipitaciones. Es uno de los biomas más importantes de la Tierra dada la variedad de plantas y animales adaptados a vivir en tales condiciones.


Los desiertos cubren aproximadamente una quinta parte de la superficie terrestre, y se pueden encontrar en todos los continentes de la Tierra. Por ello, se puede diferenciar entre desiertos cálidos, desiertos fríos, desiertos montañosos, desiertos costeros y desiertos semiáridos.



Ubicación geográfica

Los desiertos cubren cerca de un quinta parte del planeta. Los desiertos cálidos se ubican en las latitudes tropicales y templadas de una zona del ecuador. Sin embargo, también se encuentran desiertos en otras zonas como en Argentina, el norte de África, Asia, Australia, Chile, Estados Unidos, México, Rusia, entre otros.

Los desiertos fríos se ubican en las zonas polares del Ártica y la Antártida, por ejemplo, Groenlandia.




                                                  FLORA DEL DESIERTO


La flora de los desiertos es muy particular, y en principio escasa, debido a los bajísimos índices de humedad: sin agua es imposible realizar la fotosíntesis.

Sin embargo, la vida se ha adaptado a las condiciones tan adversas: la vegetación de tipo xerófila presenta un predominio de plantas espinosas, carnosas y resistentes, semejantes al cacto (cactus), con gran capacidad de almacenamiento del agua recibida. Del resto predominan los yerbajos y, en el mejor de los casos, arbustos de poca estatura.

En los oasis eventuales, en cambio, el agua empozada permite una mayor proliferación de la vida vegetal, y es posible observar palmeras y arbustos de mayor altura, incluso árboles frutales como el dátil o el coco.


                                            FAUNA DEL DESIERTO


Al contrario de lo que se solía pensar, hay animales en el desierto, adaptados al entorno y concentrados en la preservación de su humedad corporal.

En los desiertos cálidos abundan los reptiles (serpientes, lagartos), los insectos (hormigas, escarabajos) y arácnidos (escorpiones, arañas). También hay numerosos roedores desérticos, que se refugian en madrigueras para alejarse del sol diurno, de las que emergen sólo de noche cuando todo se enfría. De ellos se alimentan las aves rapaces y carroñeras. Por último, es posible hallar camélidos (camellos, dromedarios) de altísima resistencia a la sequía.







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